La mañana del lunes se vivió una situación alarmante en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cuando dos aeronaves estuvieron a segundos de protagonizar un accidente potencialmente catastrófico. Se trató de un vuelo de Aeroméxico Connect, que realizaba su maniobra de aterrizaje, y una aeronave de Delta Airlines, que ya iniciaba su carrera de despegue en la misma pista.
De acuerdo con fuentes citadas por medios nacionales, el incidente ocurrió alrededor de las 7:30 a.m. en la pista 05 derecha, una de las más utilizadas del aeropuerto capitalino. El vuelo 1631 de Aeroméxico Connect se aproximaba para aterrizar, mientras el vuelo 590 de Delta, con destino a Atlanta, comenzaba a avanzar para despegar.
La falla no fue atribuida a las tripulaciones, sino a un aparente error humano dentro de la torre de control, cuya coordinación en ese momento permitió la presencia simultánea de ambas aeronaves en la misma pista, algo que viola todos los protocolos internacionales de seguridad aérea.
Una fuente cercana al caso indicó que el evento fue “más grave que lo ocurrido con Volaris en 2022”, cuando dos aviones de la misma aerolínea estuvieron a punto de chocar en una situación parecida.
Las autoridades aeronáuticas han iniciado una investigación interna para esclarecer responsabilidades. Hasta ahora, ni SENEAM (Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano) ni la AFAC (Agencia Federal de Aviación Civil) han emitido comunicados oficiales detallando lo ocurrido.
Este nuevo episodio vuelve a encender las alertas sobre la saturación del AICM y la creciente presión que enfrentan los controladores aéreos. Expertos en aviación señalan que las operaciones en el aeropuerto están al límite de su capacidad operativa, lo cual eleva significativamente el margen de error.
Aunque no se reportaron heridos ni daños materiales, el hecho de que dos aviones se encontraran en ruta de colisión ha encendido las alarmas. En redes sociales, usuarios y especialistas han exigido medidas urgentes para garantizar la seguridad de los miles de pasajeros que transitan diariamente por el aeropuerto más importante del país.
Este suceso también ha renovado las críticas a la infraestructura aeroportuaria en la capital, y ha reactivado el debate sobre la necesidad de redistribuir el tráfico aéreo entre el AICM, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto de Toluca.
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