Mario “N”, detenido el 8 de diciembre tras intentar desviar un avión de Volaris hacia Estados Unidos, fue trasladado al penal de Puente Grande, en Jalisco, después de recibir atención médica por una lesión en la cintura sufrida durante su arresto.
El incidente, que ocurrió en un vuelo de León, Guanajuato a Tijuana, generó pánico entre los pasajeros y la tripulación, quienes lograron someter al atacante antes de realizar un aterrizaje de emergencia en Guadalajara.
El hombre, quien fue arrestado por la Guardia Nacional, estuvo nueve días bajo observación en una unidad médica de la Cruz Verde antes de ser presentado ante un juez federal. La Fiscalía General de la República busca imputarle cargos por amenazas, ataques a las vías de comunicación y otros delitos relacionados.
El incidente ocurrió cuando Mario “N” intentó tomar control del avión utilizando la fuerza, con la intención de desviarlo hacia los Estados Unidos. Tras ser sometido y entregado a las autoridades, el detenido intentó despojar a un guardia de su arma, lo que provocó un accidente en el que el vehículo oficial se estrelló, dejándolo con una lesión en la cintura.
Su esposa, quien permanece en Guadalajara con sus hijos, explicó que el ataque de su esposo fue producto de un estado de pánico derivado de una situación violenta vivida previamente en Pénjamo, Guanajuato, donde ella fue secuestrada y liberada tras el pago de un rescate. Según su relato, el pánico de Mario “N” se intensificó cuando recibió un mensaje que amenazaba con matarlos si aterrizaban en Tijuana, lo que desató su reacción violenta.
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