
El Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, y señalado como un posible centro de exterminio ligado al crimen organizado, ha quedado sin rastro de evidencia.
Las madres buscadoras que acudieron al sitio se encontraron con un panorama desolador: no quedaron mochilas, ropa ni restos humanos.
Este sitio, donde presuntamente operó un grupo criminal por una década, fue intervenido por la Guardia Nacional en 2024. Sin embargo, las autoridades locales dejaron el caso en el abandono, permitiendo que las pruebas fueran alteradas o eliminadas.
Colectivos de búsqueda descubrieron anteriormente más de 1,300 prendas y restos óseos en el lugar, lo que confirmaba su uso para actividades atroces. Ahora, la desaparición de estos indicios levanta sospechas sobre una posible omisión o encubrimiento.
El fiscal Alejandro Gertz Manero ha criticado la actuación de la Fiscalía de Jalisco, exigiendo que el caso sea atraído por la FGR. Mientras tanto, familias de desaparecidos siguen exigiendo justicia en un país donde la crisis forense parece no tener fin.
#JusticiaParaTodos #RanchoDelHorror #Teuchitlán #Desaparecidos #VerdadYJusticia






