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Marcelo Ebrard destacó que el gobierno federal trabaja en coordinación con las industrias afectadas para reducir el impacto económico, por los aranceles de EU.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, enfrenta una encrucijada diplomática mientras Estados Unidos amenaza con imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas de acero y aluminio a partir del 2 de abril. En respuesta, Ebrard ha enfatizado que el gobierno federal está colaborando estrechamente con las industrias afectadas para mitigar el impacto económico y explorar alternativas que eviten medidas recíprocas que podrían agravar la situación.
A diferencia de la Unión Europea y Canadá, que han optado por imponer aranceles recíprocos, México prefiere negociar directamente con Washington. Ebrard ha destacado la importancia de mantener la calma y buscar soluciones que beneficien a ambas naciones, dada la profunda integración económica, especialmente en el sector automotriz. “Cada pieza puede pasar la frontera entre cinco y ocho veces. Si le pones un arancel del 25%, lo sacas del mercado”, advirtió.
Hasta el momento, las industrias mexicanas no han reportado afectaciones significativas, atribuido a su cumplimiento con las normas del T-MEC. Sin embargo, Ebrard reconoce que cualquier medida restrictiva podría tener un impacto considerable en la economía mexicana. Por ello, mantiene viajes semanales a Washington para dialogar con autoridades y representantes sectoriales, buscando una resolución favorable antes del 2 de abril.
En resumen, México se enfrenta a una decisión crítica: responder con aranceles propios o continuar negociando para evitar una escalada comercial que podría perjudicar a ambos países. La estrategia de Marcelo Ebrard se centra en la diplomacia y la colaboración industrial para proteger la economía nacional sin comprometer las relaciones comerciales con su vecino del norte.






