Las acciones de Grupo Elektra, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, cayeron un 63% este lunes después de que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reanudara su cotización tras una larga suspensión.
A mediodía, los títulos de la empresa cotizaban a 345.67 pesos, muy por debajo de los 944.95 pesos que alcanzaron en julio, lo que representó una pérdida significativa para los inversionistas. La reactivación de la cotización fue impuesta por la BMV, a pesar de una medida cautelar a favor de Elektra, lo que sorprendió a los mercados y causó alarma dentro de la empresa. Elektra advirtió que, si esta situación persiste, podría haber operaciones con acciones “introducidas de forma indebida”, lo que implicaría responsabilidades legales.
Este desplome redujo el valor de la empresa de 7,600 millones de dólares a 2,900 millones en solo unos días. Elektra también enfrenta problemas fiscales, como disputas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por impuestos de años anteriores, lo que ha afectado su calificación crediticia. S&P colocó la empresa en grado especulativo, mientras que Fitch Ratings redujo la calificación de Banco Azteca, otra de las empresas de Salinas Pliego. La crisis financiera de Elektra es un recordatorio de que las decisiones económicas y fiscales pueden tener un alto costo, y el impacto ha sido mayor de lo que Salinas Pliego pudo haber anticipado.
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